Quien me conozca sabe que lo doy todo, tanto en los partidos como en los entrenamientos. Tengo la filosofía, un poco, de mejora constante y, en ese aspecto, soy como un niño que va con la misma ilusión que si tuviera quince años a entrenar y a jugar.
Con el buen papel que hicimos la temporada pasada, creo que esa tiene que ser nuestra base y, a partir de ahí, mirar para crecer.
Este año, con los refuerzos que hemos estado haciendo durante el verano, creo que vamos a dar un plus más, una vuelta más de tuerca.
Cada temporada es un mundo, pero yo de objetivo me pongo, como este año o incluso más. Hay que mirar siempre para arriba.